miércoles, 22 de julio de 2009

Rico-Excéntrico / Pobre-Zumbado


Era conciente de que a veces su realidad rozaba con el personaje de Gena Rowlands en “A woman under the influence”, pero suponía que el hecho de darse cuenta no le convertía en una persona enferma, ¿O sí? Tal vez fuera el mundo el que andaba algo loco y no a quienes se empeñaban en etiquetar sólo porque no estuvieran conformes con lo que algunos habían establecido como parámetros de normalidad, simplemente, quizás, no comprendían qué había de malo salir cantando a la calle como si de un musical se tratase y se negaban a encajar en ese corsé de la formalidad, a fin de cuentas, muchos de los catalogados como locos no harían daño a nadie, en todo caso a nadie más que a sí mismos, precisamente por esa ingenuidad de vivir y reproducir hasta el límite lo que su dilatada imaginación les permitiera fantasear, y por el contrario, conocía de la existencia de verdaderos pirados capaces de conducir a las grandes masas a perpetrar auténticas locuras... Aunque esto, dicho así, semeja el argumento de una mente paranoica, y hablábamos de una pobre y miserable bipolar no diagnosticada que trataba de pasar desapercibida comportándose de la forma más normal entre las equilibradas gentes que le rodeaban, o eso parecían a simple vista, como podía ella misma disimular, ¿Porqué no iban también a hacerlo los demás? Camuflándose como si de un camaleón se tratase, al igual que Zelig, capaz de adoptar la forma humana que tuviera a su lado, pero, ¿Quien era Zelig en realidad? En el fondo, todo eso, lo de si el conjunto de la sociedad era una mera invención ilusoria de estabilidad emocional y psíquica, no le preocupaba tanto como saber quien era cuando se acostaba, y en la oscuridad no quedaba más que el silencio y sus pensamientos. Había noches que francamente, le costaba dormir, más todavía al pensar en quien se iba a transformar al levantarse a la mañana siguiente.

lunes, 6 de julio de 2009

Lo bueno nunca acaba...

...si hay algo que te lo recuerda.

Este es el eslogan final del anuncio de una conocida marca de cerveza para este verano. Siempre se ha relacionado verano con diversión, romances y ante todo juventud. Nos venden la juventud como el momento más intenso de la vida de todo ser humano en el que sucede lo más importante, lo más vital, lo trascendental, por superfluo que sea, lo que merece la pena vivir y disfrutar, y podría seguir este alegato a la juventud, pues, sobretodo, en lo que se refiere a la publicidad, la misma que parece direccionar a la gente, sugeriendo, ofreciendo las tendencias ante las cuales los insignificantes e influyentes consumidores deben rendir pleitesía, es en la que más se realza el valor de la juventud para infundir en las mentes de las personas. Así es que, si lo bueno nunca se acaba si hay algo que te lo recuerda, nada como beber una deliciosa cerveza de dicha marca, ah, ¿Que no lo he dicho?, bueno, no creo que aumente su publicidad por hacerlo, se trata de Estrella Damm, para rememorar los momentos de juventud y verano si es que sobrepasas esa franja tan anhelada de edad en la que cualquiera quisiera plantarse para el resto de su existencia después de tanto lavado de cerebro. Para hacerlo todavía más atractivo, situamos la escena en una isla paradisíaca como es Formentera, pero eso sí, anulamos por completo la aparición de familias, ¿Quien quiere niños para sentirse joven y libre? y viejos, y por descontado, feos y feas, gordos y gordas, sólo queremos rendir culto a la belleza extrema de perfectas lineas y medidas, de sonrisas inmaculadas y radiantes, de gente que no tiene preocupaciones de ningún tipo, tan sólo el placer de gozar del tiempo de ocio, comidas entre amigos, baños de barro, fiestas nocturnas en la playa, y romances pasajeros. Lo dicho, quien no quisiera vivir eternamente de vacaciones, y ante todo, permanecer joven y físicamente agraciado. Personalmente me resulta de lo más grotesco, insultante, perverso y pornográfico. Supongo que el público entre 17 y 30 años, incluso algún osado con síndrome de Peter Pan que tenga más edad, puede que disfrute del último anuncio de Estrella Damm. Y tal vez sueñen con que su verano pueda ser ni la mitad de sugerente y atractivo que evocan los escasos minutos del espot publicitario, para el resto, con algo más de amargura y/o nostalgia en su interior, puede que les queden las ganas de volver a recuperar esos recuerdos al sentir una fría mediana en sus manos. Imagino, que esta era la idea de los creativos.
No está mal el anuncio, el tributo a la juventud y la belleza nunca falla, aunque a mí, no me la cuelan, no creo que vaya a pedir con más entusiasmo esta cerveza ante cualquier otra marca, porque el resultado va a seguir siendo el mismo, si lo estoy disfrutando no será por tener dicha birra en mi poder, si no por la aceptación de quien soy y donde estoy en cada momento de mi vida. Y este anuncio, como tantos otros que hacen uso de los banales recursos de la juventud y la belleza como reclamo (¿Cabe recordar que son valores efímeros?) no provocan en mí, en todo caso, más que rechazo y cierto asco. A su favor diré que lo prefiero al de Cruzcampo, que de lo malo que es, y siguiendo el mismo patrón de sacar exclusivamente gente joven y guapa, no merece ni crítica.
Cierto que el cine, desde la gran pantalla a un espot de televisión, es ficción, y una manipulación de la realidad, pero, ¿Es necesario llegar a semejantes límites? Ya sabemos que en publicidad el objetivo es vender el producto, pero, con todos los estudios de mercado que llegan a hacerse, la población a la que puede ir destinada etc, etc... ¿ Hay que inducir al consumidor a pretender ser más joven, más guapo, más cool, más poderoso... siempre? La sociedad está podrida y anuncios como este no ayudan más que a corromperla todavía más.
Yo no hago otra cosa que preguntarme: ¿Qué es de nosotros pasados los 30?