...si hay algo que te lo recuerda.
Este es el eslogan final del anuncio de una conocida marca de cerveza para este verano. Siempre se ha relacionado verano con diversión, romances y ante todo juventud. Nos venden la juventud como el momento más intenso de la vida de todo ser humano en el que sucede lo más importante, lo más vital, lo trascendental, por superfluo que sea, lo que merece la pena vivir y disfrutar, y podría seguir este alegato a la juventud, pues, sobretodo, en lo que se refiere a la publicidad, la misma que parece direccionar a la gente, sugeriendo, ofreciendo las tendencias ante las cuales los insignificantes e influyentes consumidores deben rendir pleitesía, es en la que más se realza el valor de la juventud para infundir en las mentes de las personas. Así es que,
si lo bueno nunca se acaba si hay algo que te lo recuerda, nada como beber una deliciosa cerveza de dicha marca, ah, ¿Que no lo he dicho?, bueno, no creo que aumente su publicidad por hacerlo, se trata de Estrella Damm, para rememorar los momentos de juventud y verano si es que sobrepasas esa franja tan anhelada de edad en la que cualquiera quisiera plantarse para el resto de su existencia después de tanto lavado de cerebro. Para hacerlo todavía más atractivo, situamos la escena en una isla paradisíaca como es Formentera, pero eso sí, anulamos por completo la aparición de familias, ¿Quien quiere niños para sentirse joven y libre? y viejos, y por descontado, feos y feas, gordos y gordas, sólo queremos rendir culto a la belleza extrema de perfectas lineas y medidas, de sonrisas inmaculadas y radiantes, de gente que no tiene preocupaciones de ningún tipo, tan sólo el placer de gozar del tiempo de ocio, comidas entre amigos, baños de barro, fiestas nocturnas en la playa, y romances pasajeros. Lo dicho, quien no quisiera vivir eternamente de vacaciones, y ante todo, permanecer joven y físicamente agraciado. Personalmente me resulta de lo más grotesco, insultante, perverso y pornográfico. Supongo que el público entre 17 y 30 años, incluso algún osado con síndrome de Peter Pan que tenga más edad, puede que disfrute del último anuncio de Estrella Damm. Y tal vez sueñen con que su verano pueda ser ni la mitad de sugerente y atractivo que evocan los escasos minutos del espot publicitario, para el resto, con algo más de amargura y/o nostalgia en su interior, puede que les queden las ganas de volver a recuperar esos recuerdos al sentir una fría mediana en sus manos. Imagino, que esta era la idea de los creativos.
No está mal el anuncio, el tributo a la juventud y la belleza nunca falla, aunque a mí, no me la cuelan, no creo que vaya a pedir con más entusiasmo esta cerveza ante cualquier otra marca, porque el resultado va a seguir siendo el mismo, si lo estoy disfrutando no será por tener dicha birra en mi poder, si no por la aceptación de quien soy y donde estoy en cada momento de mi vida. Y este anuncio, como tantos otros que hacen uso de los banales recursos de la juventud y la belleza como reclamo (¿Cabe recordar que son valores efímeros?) no provocan en mí, en todo caso, más que rechazo y cierto asco. A su favor diré que lo prefiero al de Cruzcampo, que de lo malo que es, y siguiendo el mismo patrón de sacar exclusivamente gente joven y guapa, no merece ni crítica.
Cierto que el cine, desde la gran pantalla a un espot de televisión, es ficción, y una manipulación de la realidad, pero, ¿Es necesario llegar a semejantes límites? Ya sabemos que en publicidad el objetivo es vender el producto, pero, con todos los estudios de mercado que llegan a hacerse, la población a la que puede ir destinada etc, etc... ¿ Hay que inducir al consumidor a pretender ser más joven, más guapo, más cool, más poderoso... siempre? La sociedad está podrida y anuncios como este no ayudan más que a corromperla todavía más.
Yo no hago otra cosa que preguntarme: ¿Qué es de nosotros pasados los 30?