viernes, 23 de julio de 2010

Amigos...

Hoy, mientras hablaba con un amigo, este me ha hecho una pregunta directa en referencia a mi persona, podría haberse tratado de cualquier cosa, gustos, fobias, experiencias pasadas, intereses futuros... la pregunta en si es completamente intrascendente. Lo que me lleva a la reflexión es lo que ha sucedido después. Cuando ya dabamos por zanjada la conversación, este me ha dicho: “Bueno te dejo con esta pregunta: ¿Porqué cuando te he preguntado por tus alergias, tú no has correspondido haciendo lo propio?. Y entonces me he quedado pensando sobre ello... Lo primero que me ha venido a la cabeza es que soy muy egosita (autoinculparme se me da tan bien...), me he visto como un ser egocéntrico al que más bien le importan poco sus amistades... Pero luego, me he dicho, ¡no mujer!, claro que me importan..el que en ocasiones no me muestre interesada en conocer determinada información, no significa que esa persona no me importe... al igual debería ser más diplomática y saber cómo interactuar en cada instante con los demás... pero, ¡joder! Eso es agotador, y más si se trata de un amigo pues...las formas y los buenos modales a veces están de más, ¿no? Que sí, que es a quienes más hay que cuidar, a los que realmente importan, y la mayoría del tiempo estamos más preocupados por quedar bien con el resto del mundo, gente a la que sí no importamos una mierda, y para que engañarnos, tampoco a nosotros ellos... que quien verdaderamente lo merece...
Por otra parte... luego me ha venido la más inquietante de las preguntas internas... ¿Y si yo no le importo un carajo y me había hecho la pregunta inicial con la intención de que yo se lo preguntase también y explicarme sus múltiples alergias?? ¿Y si en el fondo lo único que mi amigo desea es saciar sus necesidades individuales?¡Puto egoista de mierda! (ainsssss debo aprender más a echar la culpa siempre a los demás, que a gusto se queda una)



jueves, 8 de julio de 2010

La piel quemada (Josep Mª Forn, 1967)


Josep Mª Forn escribió y dirigió La piel quemada en 1967. Una película que describe la España de postguerra y que, hoy por hoy, adquiere un valor de documental histórico por su retrato de una parte de la sociedad de este país en aquellos años de explosión del sector de la construcción, la inmigración del sur hacia el norte de la península y el boom del turismo estranjero en las costas, que potenciaron el progreso.
Influenciado por la admiración que en alguna entrevista ha manifestado sentir Josep Mª Forn, se aleja del cine de la época, y narra una historia con aires de neorrealismo italiano, en la que refleja el contraste entre la España pobre, trabajadora y analfabeta residuo del franquismo, a la exaltación de la diversión, vitalidad, juventud, riqueza y revolución sexual que se estaba viviendo en otras zonas geográficas y que por la inmersión del turismo se fue introduciendo en la retrógrada España, temerosa de los altos poderes (grandísima escena en el tren, donde sin cruzar una sola palabra, se dice tanto gestualmente entre la relación que se establece de miradas entre Juana, sus hijos y el cura que viaja en el mismo compartimento que ellos...), una moral represora. Nos muestra la necesidad de libertad, de expansión y crecimiento de la sociedad de mediados del S.XX. También se ha resaltado en varios foros, la vigencia del film en la actualidad traslandando las vivencias de aquellos inmigrantes sureños a los que residen hoy llegados de otras partes del mundo.

La película tuvo que lidiar con la censura de la época y, aunque sufrío algún que otro tijeretazo (como en una escena en la que se intuía que una de las actrices se paseaba desnuda por la habitación) pudo mantener las escenas en las que se habla en catalán. Toda una proeza.

El argumento sitúa a José, un granadino instalado en Catalunya, concretamente en Lloret de Mar, una localidad de la Costa Brava, que trabaja en la construcción y espera la llegada de su familia procedente de su pueblo natal, Guadix. Vive su última noche de “soltería” entre turistas, tablaos flamencos y fiestas hoteleras (que tanto me recuerda a la Dolce Vita de Fellini), mientras que paralelamente, el director nos muestra un detallado viaje de su mujer, su hermano y sus hijos, no sólo portando su casa a cuestas, como se mofan unos catalanes al apearse estos del autocar a su llegada al pueblo costero, si no con sus experiencias vitales, su cultura, sus miedos, su esperanza agridulce por empezar una nueva vida dejando atrás todo cuanto para ellos hasta ahora había sido su existencia.

Personalmente, siendo hija de madre “inmigrante” que vivió aquella situación, la película me remueve sentimientos que pertenecen a mi propia historia familiar. Identifico situaciones vividas que durante el visionado, me hacían sonreir, a la par que me producían una tristeza interior por la miserable infancia y juventud que mi madre tuvo que vivir. Somos, en parte, de lo que nos amamantamos, y es por eso que considero de revisión obligatoria este film para que generaciones futuras no desconozcan sus orígenes.

La película está cargada de pequeños grandes detalles que ayudan a la realización de lo que para mí ya es una obra maestra. La fantástica interpretación de Marta May en el papel de Juana, cómo lo borda con su expresión facial, cómo contiene y concentra tantos significados con una simple mirada. Esa miniescapada de Manolo, interpretado por Luis Valero, por Valencia durante el transcurso de tiempo que dura su estancia en la ciudad levantina en el plazo de espera para el transbordo de tren. Esos flashbacks tan descriptivos: el baile del pueblo, la boda, la falta de trabajo en el campo y cómo se ven obligados a emigrar, las clases de José (Antonio Iranzo) en la escuela mientras observa el espectáculo de la danza africana... Y otras tantas escenas y planos que forman, en definitiva, una joya.

Descargar La Piel Quemada vía EMule

domingo, 4 de julio de 2010

"Gasto, luego existo" (pág.18)

Continúo mi particular guerra en contra de la publicidad. Sí, ya lo se, es una causa perdida, hace tiempo que el marketing ganó la batalla. Lo que no entiendo es cómo da resultado todavía hoy en día sabiendo que todo cuanto nos cuentan es una burda mentira con la mera intención de vender su producto...

Hoy le ha tocado al nuevo anuncio del verano, el spot, dirigido a mujeres (occidentales, o seasé blancas) entre los 25-40 años, porque al parecer, según los grandes estudios previos de mercado que deben llevar a cabo previa campaña publicitaria, és la media de edad/sexo que consume este producto, no daré marcas aunque en el vídeo que adjunto ya le doy su propia publi... Imagino, no hay que ser muy avispado, que suman intención de vida sana+dieta dirigido a un perfil de mujer joven y emprendedora, trabajadora, vital y con una marcada personalidad que la define como UNICA, ese es el objetivo. Curioso, dicho así, yo diría que estamos frente un perfil bastante generalizado de lo que la sociedad quiere reflejar de cómo somos las mujeres que estamos dentro de esa franja de edad, o bien a lo que debemos aspirar a ser... Y como la publicidad es la elemental adoctrinadora del ser humano y dicta la tendencia a seguir en su modus vivendi toca romper el estereotipo y ser UNICA. Para mí que esto es igual a quien se empeña en ser diferente y termina por formar parte de un patrón común... La cuestión de fondo es, y ahí es dónde me alucina que todavía funcione la fórmula, ¿Me va a hacer ser más única consumir ese producto? Pues por evidente que resulte que aun sabiendo que tres millones más de mujeres como yo entre los 25 y los 40 estén degustando un sandwich con ese embutido en el mismo momento, sí. O sea no, serlo no. Pero sí nos hace SENTIR únicas (identificación con la chica del anuncio, es decir, supongo que representarnos encajando en un modelo anteriormente visto y que nos resulte agradable es lo esencial... aun conociendo el engaño) Y luego saldrá Punset afirmando la complejidad de la mente humana... Y yo que lo veo tan simple............. Tan simple que sobrepasamos la estupidez.


Lectura recomendada: (es un panfleto ligero que pasa rápido en una tarde de verano)

13’99 Euros, de Frédéric Beigbeder.

Creo que en alguna ocasión anterior,o no, no lo recuerdo.... no tendría la música adecuada, ya he hecho mención de este libro, pues hace años que lo leí.

Fragmento:
“Me llamo Octave y llevo ropa de APC. Soy publicista: eso es, contamino el universo. Soy el tío que os vende mierda. Que os hace soñar con cosas que nunca tendréis. Cielo eternamente azul, tías que nunca son feas, una felicidad perfecta, retocada con el FotoShop. Imágenes relamidas, músicas pegadizas. Cuando a fuerza de ahorrar, logréis comprar el coche de vuestros sueños, el que lancé en mi última campaña, yo ya habré conseguido que esté pasado de moda. Os llevo tres temporadas de ventaja, y siempre me las apaño para que os sintáis frustrados (...) En mi profesión, nadie desea vuestra felicidad, porque la gente feliz no consume.”