lunes, 18 de mayo de 2009

Avís per navegants: Manel.

Me gustaría haber escrito antes una entrada como esta (ruego no se pase por alto y se lea como algo imprescindible para completar este post) Y es que subrayo y suscribo todo cuanto el autor del enlazado artículo comenta.

Ayer tuve el enorme placer de asistir al concierto del grupo Manel, los cuales ya había mencionado en un post anterior, en Salt, Girona.
Todavía no se me ha borrado la sonrisa que me dejaron, menuda chispa, que alegría desprenden (sin resultar esperpénticos ni payasos), vitalidad (aunque en algunos de sus componentes su apariencia pueda ser de un chico tímido y apagado), naturalidad y costumbrismo. Sin aires de artificialidad, sus canciones trasladan a historias cotidianas (como en "Es nit freda per ser abril", "Els raros son els guapos", "Corrandes de la parella estable", "Ai, Dolors", "Pla quinquenal"...), anécdotas que la voz cantante del cuarteto no deja pasar oportunidad para introducir de forma narrativa, más allá de que sea ficción o realidad, el público se identifica con cada una de ellas, creando una empatía y una compenetración en la que por momentos me dejaba arrastrar por el espíritu pseudo-kumbayá que rezumaba en el ambiente entre las gradas al son de las palmas que, con rigurosa sincronización acompañaban en ocasiones los 11 temas que recoge su, hasta el momento, único trabajo “Els millors professors europeus” y con el que ya se han ganado un buen lugar en el panorama musical, por lo menos en tierras catalanas, ocasión que aprovecho para reivindicar, como hace el autor en el texto que enlazo, que se deje la gente de prejuicios y no deseche la oportunidad de escuchar buena música acompañada de unas letras excelentes por el simple hecho de ser en catalán, bien escuchamos canciones en otros idiomas que no es el propio, ¿Porqué no hacerlo con el catalán? Si es por una cuestión de no comprensión, desde aquí me ofrezco como traductora.
Llegados a "En la que el Bernat se't troba", desde el escenario el cantante insta al público a participar de los coros dividiendo el auditorio por sectores, lo que me llegué a reir, como buen dinamizador de grupos que debe ser, interactuando con un publico entregado, a la par que respetuoso, pues no se oía un exceso de euforia más que en los momentos entre canción y canción para romper en ovación y aplausos después de cada canción y enlazando con la siguiente, la cual no dejaban esperar mucho, y se agradece, personalmente me molestan los espacios dilatados entre tema y tema durante un concierto.
Destaco la riqueza de las melodías, la fusión de tantos instrumentos (entre harmónicas, ukeleles, violonchelos, también encontramos los clasicos: batería, guitarra, bajo...) que manejan con arte y destreza como otros artisitas destacados del indie, el folk y el pop, estilos en los que se les cataloga principalmente, aunque etiquetas no es algo que se les pueda poner fácilmente a estos chicos, y si no, escuchad "Ceràmiques Guzmán", u otra de sus joyas "Roma". También tocaron “La gent normal”, su versión de la “Common people” de los Pulp, no incluída en el CD. Un disco completo, con una gran carga emotiva tanto por su aspecto instrumental como por sus letras, como ya he dicho. Me alegra que mi chico me los descubriera desde su primer álbum, pues espero poder seguir su evolución, que no puede ser otra que en ascendente, y ya vaticino, el listón está alto, pero, y parafraseando a los Manel: Ens en sortim!

1 comentario:

Pilar dijo...

Gustazo de concierto, y totalmente de acuerdo con el tema lingüístico, al final es la transmisión de los ritmos lo que te lleva, las ganas de moverte, la atención a que te obliga gustosamente.A mí me pasa que la música en directo me cautiva. NO hace mucho estuve en unas fiestas de barrio en als que tocaba Santiago Campillo -ex-mclan imprescindible-- ycon un nuevo cantante que lleva, Carlos Felipe. Bueno, pues estuvieron geniales, caña rock sin parar. Pero es que, y es a lo que iba, de teloneros estaban unos del barrio que se habían juntado para la ocasión...no veas cómo sonaron. No eran exactamente noveles, la verdad, estaba Pedrín,el batería de los Marañones, otros legendarios. Fue fantástico.