miércoles, 20 de mayo de 2009

La Ley del Parque

17:27h | Dos mujeres con sus respectivos hijos (un niño A y una niña A), llegan a un parque. Ellas toman aasiento en la terraza de un café, no demasiado alejado de la zona de juegos infantiles desde donde pueden observar los movimientos de sus hijos permitiendo cierta sensación de libertad de acción a estos.
17:33h | El niño A se hace con uno de los dos columpios que hay en el parque, la niña A espera junto al otro a que una niña B, uno poco mayor que ellos y vestida con un uniforme de colegiala, termine de balancearse.
17:36h | Siguen jugando sin novedad. Al niño A le gusta columpiarse, pero también le gusta hacerlo girar para después rotar hasta marearse, o bien colocar su vientre sobre el asiento y balancearse mirando al suelo.
17:37h | Un niño B, uniformado de la misma manera que la niña B que sigue usando el anexo columpio al del niño A, espera cola para subir al exitoso entretenimiento infantil. Debe ser de la edad de los dos amigos A.
17:39h | Una mujer se acerca a hablar con el niño A, por su expresión severa parece que el niño A haya hecho o dicho algo indebido y esta le esté riñendo. El niño A atiende la conversación de la extraña mientras esta le tiene retenido si poder seguir columpiándose ya que esta parada justo enfrente de él, entre ellos la distancia que les separa es prácticamente inexistente, desde el asiento del balancín, el niño A no tiene otra opción que observar a la mujer desde una posición inferior, alzando la vista hacia su altura de persona adulta como es y de pie como está situada.
17:40h | La mujer se aleja. La escena sigue igual. La niña B se columpia, la niña A sigue esperando su turno, el niño B aguarda para subir también cuando le toque... pero el niño A ya no se balancea. Permanece sentado, pero inmóvil. Algo de lo sucedido se nos escapa.
17:41h | La madre del niño A, que ha observado toda la acción se acerca a su hijo en busca de respuestas, ¿Qué le ha dicho y por qué esa desconocida a su hijo?
17:42h | La madre del niño A le pide que se siente junto a ella en un banco y ceda el columpio al niño B que hace un rato se espera. Mientras la niña B, que estaba antes de que los niños A llegasen, sigue sin dejar libre el suyo y la niña A sigue aguardando.
17:43h | El niño dice que la extraña no le ha dicho nada. Tras una conversación sobre la confianza, sospechas y esclarecimientos, el niño A confiesa a su madre que la mujer le ha preguntado si estaba columpiándose o merendando, pues el niño A todavía tenía en una de sus manos el bocadillo.
17:44h | Los niños de uniforme han abandonado los columpios, parece ser que se van del parque...

¿Y qué ha conseguido esa mujer por tres minutos?: Dar una lección de los beneficios del abuso de poder a sus hijos. Podía haber enseñado a pedir el columpio con educación y evitarse la intimidación a un niño de 6 años. Pero al parecer esa no es la mejor manera de preparar a los niños para la competencia que les depara el futuro.

No, las cosas no van bien, nada bien...

10 comentarios:

El Impenitente dijo...

Tengo prevista hacer una entrada algún día de por qué los parques infantiles son la verdadera encarnación del infierno en la tierra. Malos son los críos, peores los padres y los abuelos...para los abuelos no tengo expresión.

Arual dijo...

Llevo poco acudiendo al parque con mi hijo, de hecho hasta hace unos días él ni siquiera se había balanceado jamás sobre ningún columpio, pero ahora en los dos parques que hay en el pueblo han puesto unos especiales para bebés que van la mar de bien y a mi hijo le han gustado mucho, aquí por ejemplo no he encontrado ninguno igual, pero no importa, lo que quería decir que en poco tiempo he observado que aquello es una jungla, una pura jungla, y me están dando ganas de comprarle un columpio a mi peque para instalarlo en el jardin de la casa del pueblo y que allí lo disfrute mi niño sólo... pero... a ver si voy a criar a un niño asocial...

SisterBoy dijo...

Pues que pena que la doña esa no se tropezara con uno de estos niños a los que tiene que domesticar la supernanny y que a la pregunta esa le respondiera. "Señora soy capaz de columpiarme, merendar y tocarme los cojones al mismo tiempo".

3'14 dijo...

El Impenitente, esperaremos pues esa entrada :)

Arual, Supongo que te ahorras ciertos conflictos con un columpio particular en casa si puedes instalarlo, claro , pero también es verdad que te pierdes (o concretamente los críos) aprender un montón de experiencias. Vale la pena mezclarse con todo tipo de fauna XD

Sisterboy, Se de primerísima mano que la madre del niño A le aconsejó a su hijo que otra vez le respondiera exactamente eso que dices, y es que, a unos hay que enviarles una supernanny para reeducarlos, y a otros enseñarles a sacar las uñas para aprender a defenderse... Pero no está todo perdido, aunque esa mujer le aguó la fiesta, por lo menos el niño A se mantuvo en el columpio. Algo es algo. Y es que, joder! es duro enseñar a compartir y ceder las cosas para luego contradecir y enseñar también a saber conservar lo suyo... y es que mantenerse en la justa medida es lo verdaderamente difícil.

3'14 dijo...

Este... Sister, la madre no añadió lo de "tocarme los cojones"... ehem...

SisterBoy dijo...

Pero seguro que lo pensó :D

Pareidolia dijo...

Esa señora se ha columpiado poco, ¿no?, quizá pasó de víctima a verdugo...La cantidad de traumas infantiles que se puede ver en un parque, pero en los adultos, claro..Un besico

Pilar dijo...

Perfecta metáfora de en nombre de qué se ejerce el poder en la educación. Si no respondes al esquema X de niño columpiándose, deja paso a los demás, que harán lo que debes hacer si lo que pretendes es "divertirte".

Pues sí, 3,14, y así en todo.

Y más columpios tampoco estaría mal...

Mons dijo...

¡Cómo me he reído del comentario de SisterBoy! ¡Qué bueno! jaja

Tienes trauma con los niños vestidos de uniforme? jaja :P

Besos!

Fernando J. López dijo...

Pfff... Hoy no estoy en mi mejor día para comentar sobre este tema... Solo puedo darte la razón... Besos