martes, 9 de noviembre de 2010

Seis grados

La señora Márquez apresura su paso. Llegará tarde a la sesión de las cuatro. Le espera en la puerta del cine su amiga Teresa, a la que su marido abandonó ya hace cinco años por una vendedora de tuppersex a la que conoció en un restaurante durante una comida con uno de sus socios de gabinete. La vendedora de tuppersex estaba sentada junto a su mesa, el simple gesto de pedirle fuego desencadenó cuanto vendría a continuación. El camarero que servía sus mesas estaba a punto de ser despedido, pero él desconocía los motivos, que no eran otros que la acusación de robo de su compañero de turno de mañana para inculparle y así alejar de él toda sospecha. El dinero lo había cogido con la intención de devolverlo sin que el encargado se diera cuenta de ello, esperaba su paga para hacer cuadrar la caja. El encargado del restaurante cada mañana compraba el pan antes de abrir el local. La panadera, Teresa, todos jueves, días del espectador, acude puntual a su cita con su amiga al cine. No sabe que, esta no va a llegar, un desafortunado accidente va a sufrir. Un alcoholizado conductor va a invadir la acera por la que casualmente apresura su paso la señora Márquez.

4 comentarios:

Arual dijo...

La teoría de los seis grados de separación hecha relato.... me alegra leerte de nuevo guapa!

SisterBoy dijo...

No creo mucho en la teoría de los seis grados pero afirmo que la de los "seis grados Kevin" está más que demostrada.

http://www.pandeblog.org/los-seis-grados-de-kevin-bacon/

El Impenitente dijo...

Pues no había oído hablar de la teoría de los seis grados. Supongo que será de esas teorías que se aceptan porque son graciosas y que nadie se tomará la molestia de demostrar si es errónea o no. Sin embargo si había oído hablar de lo de Kevin Bacon.

Todo es cultura. Gracias.

Pilar dijo...

Sobrevolando en las vidas cotidianas comporbamos la multiplicidad de las vidas que pasan de forma apenas perceptible. Una cuestión matemática, segundos elevados a infinitud. Me gusta ese modo de narrar y de apreciar.
Un besazo, Pi