viernes, 8 de abril de 2011

Disculpe si no me levanto


Río, aunque rueden ríos de lágrimas por mis mejillas, aunque se me empañe la mirada, no dejaré de sonreir, de transmitir esa absurda mueca símbolo de alegría.

Cuando creía vencida mi imposibilidad por ser feliz, los infortunios me golpean con más fuerza. Obstáculos que dificultan el duro y escarpado proceso de subir y subir con la duda y la desesperación que acompaña la incerteza de no saber cuando finalizará esa lucha, cuando podrás relajarte y dejar que tu cuerpo inerte se deje caer y, empujado por la gravedad, siga su curso. Tal vez, cuando eso suceda ya no sabremos discernir entre lo real y el sueño, nos tornaremos de goma, y el calor no hará si no más que quemarnos y fundirnos hasta derretirnos. Ya no seremos materia. Dejaremos de existir, de sentir, de ser. Olvidaremos que un día nuestro esfuerzo no fue en vano, si no, un combate con la irremediable pena que nos recuerda sin descanso, el precio de la felicidad.

Y es por eso que me aferro a la sensación de felicidad cuando la experimento, porque se que de un momento a otro, el sufrimiento y la angustia harán acto de presencia para recordarme lo efímero que resulta ese estado transitorio de dicha que se ha instalado en mi ser por un limitado espacio de tiempo.

12 comentarios:

más dinero dijo...

la vida debería ser diferente ¿nos resignamos? ¿bocadillos de prozac?
¿cambio radical?

Arual dijo...

Te echaba de menos por aquí, pero no me gusta leerte así...

El Impenitente dijo...

Capítulo uno: establecer los mecanismos de la felicidad y aprendérselos de memoria.

Capítulo dos: el enemigo de la infelicidad está dentro. Establece un protocolo de combate.

Capítulo tres: llegan las circunstancias y manda toda la teoría a hacer puñetas.

Y ahora es cuando te suelto todo aquello de valor, fuerza, salud y tú puedes.

Un beso, Pi. Sigue en la lucha. Merecerá la pena. Seguro.

SisterBoy dijo...

Yo he organizado mi vida de tal manera que el mayor contratiempo que puedo sufrir es no encontrar el periódico libre cuando voy al bar a desayunar. Es una opción.

3'14 dijo...

Sí, e irse a una montaña a vivir asilado del mundo otra.

Canichu, el espía del bar dijo...

Seguro que sonríes de una forma tan bonita como bonita es la fotografía que has puesto. Habías desaparecido por estos lares mucho tiempo.

El Impenitente dijo...

Felicidades. Perdón. Lo siento. Perdón. Felicidades. Lo siento. Felicidades.

Arual dijo...

Aisss que me olvidé también de tu cumple Pi, felicidades con superetraso!!!

3'14 dijo...

jajajaja "cap problema" Aru ;)

Canichu, el espía del bar dijo...

Estos días he estado recitando de nuevo por bares, el día 16 leeré el relato que acabaste en mi blog, el de la pierna, recuerda. Saludicos. Espero que te vaya muy bien.

3'14 dijo...

:)
Pues ya me dirás si tiene éxito, jeje...

Uhm... ando bastante líada, como apreciarás por lo inactivo que tengo el blog, pero espero volver pronto a la carga y postear con más frecuencia.

Saludos!!!

no sé si me explico dijo...

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