viernes, 10 de febrero de 2012

Mamá, ¿Por qué...?

Mamá, ¿Por qué tienes tan pocas pestañas y tan cortas y yo tan largas?

Pues no lo se, hijo, francamente. No había reparado en mi acelerada alopecia en los párpados, al igual que, siendo más consciente de mi creciente y alarmante pérdida de cabello me lleva a pensar que o sufro demasiado estrés o tengo graves problemas hormonales (o ambas cosas vienen relacionadas) que me están causando esta caída precoz del pelo y tengo tantas cosas que hacer, tan poco tiempo y tantas preocupaciones prioritarias a mi aspecto físico que estoy descuidando, ya no sólo algo aparentemente superficial, lo terrible es que se trate de algo nocivo para mi salud.

Pero es no fue mi respuesta.

Hay mi hijito, porque te hice con tanta dulzura y amor que tus pestañas crecieron y crecieron formándose largas y fuertes para adornar tu mirada angelical….

No, esa por descontado que tampoco fue mi respuesta.

Ay, hijo, y yo que se.

Y esa sí fue la respuesta. Acertada o no. Acompañada de una extraña mueca, el inquietante pensamiento durante las siguientes horas de la posible respuesta nº1 y la duda bañada por el sentimiento de culpa de si no debiera haber respondido la noña y edulcorada posible respuesta nº 2…

3 comentarios:

El Impenitente dijo...

Adivino una larga carrera (como sus pestañas) de puñetero a tu hijo.

Canichu, el espía del bar dijo...

El no saber es ya una respuesta de saber. Aunque en este caso es una respuesta de escapada.

Arual dijo...

Qué ocurrente tu peque!!