viernes, 14 de marzo de 2008

Síndrome de Estocolmo

¿Cuántas veces has pensado que eres un observador de tu propia vida?

Miras alrededor y ves los rostros de los demás e imaginas que podrías ser tú. Podrías ser esa mujer acompañada de su hijo cogido de la mano y se detiene para atarle los cordones, pero también podrías ser ese chico que pasa velozmente en su bicicleta dirigiéndose al gimnasio, o ese hombre encorbatado que fuma compulsivamente al final de la barra mientras lee la sección de deportes de un periódico, e incluso podrías ser el perro que sin ningún reparo está meando sobre la rueda de una moto aparcada sobre la acera…
Podrías ser todos ellos, pero eres tú.

Y no sabes muy bien si eres quien querías ser, quien pensabas que llegarías a ser a tu edad cuando tenías 14 años y fabulabas sobre tu vida adulta, lejos de casa.
No le das demasiadas vueltas por temor a defraudarte, por ser consciente de que no te gusta ver en lo que te has convertido, mientras respiras con alivio al ver una pareja que discute enérgicamente en mitad de la calle y saber que no eres tú. Luego pasa un anciano con paso fatigoso ayudándose de un bastón y tu semblante vuelve a contraerse, apretando fuertemente la mandíbula, hasta tal punto que te duelen los dientes.

Una agencia de viajes al otro lado de la plaza luce un póster de un paisaje paradisíaco que lo mismo podría tratarse del Caribe que de las Islas Fiji y un cartel impreso con las ofertas. Te encuentras en un lugar tan alejado del sitio en el que estás que volver al mismo punto ya te parecería en sí un viaje.

17 comentarios:

Anónimo dijo...

"El banco de mármol, la plaza, el velero;
cañones por banda… La casa, el colegio,
el uno en la espalda del breve portero…
ya nada es lo mismo.
Menguaron. Pequeños.

El patio, las flores, el invernadero,
los verdes limones que da el limonero,
la lluvia golpeando en temor de mis sueños…
ya nada es lo mismo.
Menguaron. Pequeños.

Sólo el mar es igual,
profundo y azul:
más grande que yo,
más grande que tú.

La piedra que enjuaga el jersey del invierno,
mis botas de barro, mi espada, mis besos,
la Iglesia espiando el calor de mis juegos…
ya nada es lo mismo.
Menguaron. Pequeños.

El arco que carga el rosal desde el suelo,
la calle que ayer era un campo desierto,
la luz del otoño arañando el espejo…
ya nada es lo mismo.
Menguaron. Pequeños.

Sólo el mar es igual,
profundo y azul:
más grande que yo,
más grande que tú."

Mengüante.Pedro Guerra

UNA FORTA ABRAÇADA!

Anónimo dijo...

¿Qué le ha pasado a tu blog? ¿Se le ha caído lejía encima? Y hay unos bichos un tanto sospechosos en la cabecera.

Y observador de mi propia vida no. O se observa o se vive. Vivir observando no es vivir.

Por otra parte, una nunca llega a saber si está viviendo su propia vida o la vida de los demás.

Y mi blog no está cerrado. Digamos que está aletargado, que suena más bonito.

SisterBoy dijo...

Me gustaría felicitarte por el cambio de look pero A) prefiero el blanco sobre negro y B) esos bichos de la portada han hecho que se me erizen vellos que ni siquier sabía que tenia :(

Anónimo dijo...

Aaaaaay, merci por linkearme!

Ahora mismo te devuelvo el cumplido!

Me siento emocionadillo... dedico este link, a mi papi, a mi mami, a mi perro Rufus, a...

:]

Anónimo dijo...

Me gusta el change, mucho.

Canichu, el espía del bar dijo...

ostia, es mi ordenador o has cambiado del fondo negro al blanco... carajo, bueno, queda bonito, y las letras en negro (gris en este caso) afectan menos a la vista. Un saludingo.

38 grados dijo...

no sé muy bien si me he convertido en quien quería ser o si todavía quiero ser otro que todavía no soy.
En cualquier caso, refiero irme una temporadita a las islas Fidji que tú bien nombras....

Un besote

Anónimo dijo...

Alguien me recomendó Pessoa. Que a mi me gustaría y todo eso. Ese alguien me pasó dos frases del lisboeta, para convencerme. Con la primera tuve suficiente para asustarme: "Ante mí la multitud, una y diversa (...)".

Me asusté porque tuve la sensación de que esa frase la escribí en algún momento que no debería recordar.

Arual dijo...

Prefiero tu blanco nuevo al negro es más fácil de leer, me gusta el nuevo y fresco look, de verdad. En cuanto al tema que planteas créeme que prefiero no observarme mucho, sería como ver una peli de Mr. Bean, así que mejor me dedico a seguir viviendo, como puedo, trampeando, trampeando,... besotes!!!

Anónimo dijo...

Hello. This post is likeable, and your blog is very interesting, congratulations :-). I will add in my blogroll =). If possible gives a last there on my blog, it is about the TV de LCD, I hope you enjoy. The address is http://tv-lcd.blogspot.com. A hug.

Anónimo dijo...

me gusta el cambio que le has hecho a la casa

besotes

JRB dijo...

Estamos en contínuo cambio. Mañana lo mismo nos pareceremos más a lo que en un principio pretendíamos ser, pasado mañana nos paraceremos al viejo que pasea con dificultades. Mientras no me parezca al perro que orina en un neumático, por mí encantado.

Pilar M Clares dijo...

Qué bonito este post, y qué ideas tan universalmente humanas que dan vértigo. Pensar es el más alucinante de los viajes, si sales de ti mismo, una vuelta de tuerca.

¡¡¡3,14, te has pasado al blanco!!!! Uhsss, y miran que me lo dicen a mí ¿¿qué hagoooo??

Besazos

El amigo de las tormentas dijo...

Acabo de descubrir a Miguel Bocamuerta y, buscando información, me reencuentro con tu blog. Un placer leerte de nuevo :)

Anónimo dijo...

Debo ser la única a la que no le gusta este cambio de imagen...prefiero el de antes.

UNA FORTA ABRAÇADA!

Mae dijo...

Si es que ya me digo yo a mi misma que debo pasar por aquí mas amenudo..
Magnífica reflexión Pi. De verdad.
Además de que veo que has cambiado un poco todo esto.. si te soy sincera, en el fondo blanco me cuesta mucho menos leerte (ya sabes, yo y mis ojos)
Besos y que sepas que amenazo con volver en cuanto vualva a tener un ratido de tranquilidad (y de un internet al que poder acceder) jijiji.

Unknown dijo...

Quisiera decir que me gusta sentir la empatía, o que a veces la odio cuando es demasiado grande y que duele incluso en presencia de desconocidos; pero creo que al final no es cuestión de querer sentirla o no; forma parte de uno y no hay vuelta atrás. ¿Que jode ser uno mismo? mucho, pero creo que con el tiempo aprendes a ver todos los significados al verbo, y eso anima!

Mil gracias por todo!!