lunes, 27 de octubre de 2008

IV Parte

Se levantó y empezó a andar. Las aceras todavía estaban mojadas, pero por lo menos la lluvia había cesado. Tenía los calcetines chorreando, calados hasta los pies. Desprotegido por el refugio que supone el calzado, percibía la irregularidad del suelo, por llano que pareciera el camino, no era liso por completo, las cenefas grabadas en las losetas facilitaban la incrustación en estas de gravilla y otras piedrecillas clavándosele en las plantas de los pies.

Por suerte vivía a pocas manzanas de allí. Cuando llegó al portal de su casa se percató que no llevaba consigo las llaves. Tal vez se le habían caído en el callejón, o quizás se las habían robado junto a la cartera, los zapatos, el reloj y el móvil. Estaba aturdido, no podía pensar con claridad. Necesitaba una ducha y ponerse ropa limpia y seca. Sobretodo entrar en calor. Llevaba demasiado tiempo con los pies empapados, el frío se había apoderado de sus huesos. Empezaba a temblar. No podía más. Volver sobre sus pasos a la búsqueda de las llaves con la posibilidad de no encontrarlas, le parecía un esfuerzo el cual no se veía capacitado para hacer dado su estado. Necesitaba entrar en casa. Después ya acudiría a la policía. Debía llamar a Teresa, la mujer que dos días por semana limpiaba su casa, era la única persona que disponía de una copia de sus llaves. Un hombre de mediana edad pasó a su lado -¿Perdone, tiene una moneda para llamar por teléfono?- Con una mirada de menosprecio e incredulidad, el hombre le increpó –Anda y búscate un trabajo, ¡Sinvergüenza!- De todos modos, tampoco recordaba el número de memoria. Lo mejor iba a ser llamar a la policía. Pero no podía dar un paso más.

Decidió pedir ayuda a alguno de sus vecinos. La puerta principal estaba entreabierta. Era un edificio de cuatro plantas sin ascensor, de dos puertas por rellano. hacía cuatro años que se había trasladado y no conocía a todos los habitantes del bloque, de hecho, prácticamente no cruzaba palabra con los que se topaba por las escaleras, musitando algún buenos días o buenas tardes, dependiendo del momento del día. En el primer piso, uno de los apartamentos parecía desocupado, nunca entraba ni salía nadie. En el de enfrente, una placa anunciaba un despacho de abogados. Era sábado, con lo que era problable que no hubiera nadie. Vivía en el 3ºB. Subió hasta el segundo piso. llamó al timbre del apartamento que compartían tres estudiantes, pero nadie abrió la puerta. Aprovechando el fin de semana deberían haber ido a sus respectivos hogares paternos. Le quedaba el 2ºA, propiedad de una vieja de aspecto huraño que apenas salía y miraba através de la mirilla cada vez que oía movimiento por la escalera, o bien subir a probar suerte y acudir a la puerta de la pareja con quien compartía rellano. No tenía ganas de subir hasta la cuarta planta, ni el joven músico que a falta de talento se ganaba la vida impartiendo clases de piano, ni la familia Hurtado, con sus hijos de 4 y 7 años, descendientes directos del mismísimo satanás, le inspiraban simpatía. Pero no estaba en disposición de escoger. Necesitaba ayuda, y la necesitaba con urgencia.

Su índice derecho presionó el timbre. Después de unos segundos, se oyeron unos pasos que se acercaban tras la puerta, abriéndose lentamente.


¿A que puerta ha llamado?

A) La de la vieja huraña del 2ºA.

B) La de la pareja del 3ºA.

10 comentarios:

SisterBoy dijo...

Por favor ni punto de comparación. La vieja huraña da mucho más juego

El Impenitente dijo...

Depende de la pareja. Si son Bonny and Clyde tampoco es mala opción. O los Beckham.

3'14 dijo...

Sisterboy, Sabía yo que te ibas a decantar por la amable ancianita XD

Impenitente, mira que eres retorcido... jajaja... pero sí, francamente, y no es por condicionar, pero, ya tenía en mente que, fueran quienes fueran los que socorrían al personaje, agua clara no iban a ser...

Lena dijo...

Joder Pi, pero mira que eres buena!!!

En fin...el caso es que de entrada había pensado en la vieja huraña. Pero luego das esa respuesta a impenitente y pienso...y si pica a esa pareja...esos desconocidos....que quizás todo lo contrario a la anciana que tiene todas las cartas sobre la mesa, pueden sorprendernos....

Opción B...venga, va...decidido!

Anónimo dijo...

Opción A: la puerta de la vieja huraña del 2ºA. Seguro que aunke parezca huraña, le ayudará más que cualkier otro... y si encima vive sola con 1000 gatos, es que tiene muy buen fondo. Seguro!:p

3'14 dijo...

Lena, arghhh si es que no se para qué hablo antes de hora... no pretendía condicionar, y menos crear expectativas.

Mons, esas k... luego te va a tocar corregir ortografía y se te van a colar un montón de faltas :P
¡Como defiendes a la vieja! Ni que te fuera la vida en ello, ¿acaso has visto en ella un retrato de una posible vida paralela? juas juas... Pues lo lamento, pero no hay gatos.

Anónimo dijo...

La verdad es que me veo más reflejada (hoy por hoy) con la pareja... pero... como siempre me decías que me veías como una vieja sola con el piso lleno de gatos... Pues eso!! Me he dejado llevar por el efecto Pigmalión y he puesto lo que creo que tú esperabas que pusiera jejeje :P Para que luego me dijeras algo como lo que me has dicho y reírnos un rato de lo predecible que somos!!!

Besos guapa!

3'14 dijo...

¿¿¿Predecibles??? ¡Qué va! Eso es lo mucho que nos conocemos :P

JRB dijo...

Si la vieja es como la vecina de Mia Farrow en "La semilla del diablo" me decanto por la vieja. Si no, la pareja. Pero por favor, que abran la puerta en paños menores.

Pilar M Clares dijo...

Joooooo, 3,14, parece mi mismísima casa!!!! Yo vivo en el 2a, pero ¿soy yooooo????? ayyyyyyyyy NO quieroo ser vieja, todavía noooo, socorroooooo


ea ea, ya pasó, ay


Bueno, como vine tarde, me quedé sin interactividad, estaré más atenta, sorry.

Besos y suspiros