martes, 14 de octubre de 2008

paethothos esquizoide

He vuelto a soñar contigo. Otra de esas vidas que no viviré. No por lo menos en este plano espacio-temporal que percibo como existencia. Aunque me pregunto cuánto de realidad tienen los sueños. Si no es vivir también esos mundos paralelos que habitamos en esas otras dimensiones. Cierro los ojos y veo tu rostro. Y al abrirlos despierto de nuevo en esta pesadilla de la que tantas veces deseo huir, pero quedo atrapada por mi incapacidad a volar. Las tortugas no vuelan. Pero en mis sueños tampoco hay sabores ni olores a los que poder aferrarme como a algo familiar, sólo una sucesión de imágenes inconnexas, desordenadas, caóticas, en apariencia sinsentido, pero que son indicadores de hacía donde debo avanzar. Va más allá de la estupidez de pretender analizar los sueños, la reacción-respuesta de un acontecimiento. Pasado, presente, futuro. No existe el tiempo, los síntomas, las evidencias, constatan una evolución. Tantas veces hacía ningún sitio.La imagen de aquella niña, ¿a dónde fue a parar? A ningún lado. Se desintegró. Y la memoria la rescata, pero queda prisionera de los recuerdos.

Y esto es lo que sucede cuando me obligas a pensar, que debo enfretarme a mis miedos.



10 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo creo que cuando sueñas (para mal o para bien) "vives" y sientes a nivel emocional todo cuanto sucede. Luego, con el tiempo, todo queda mezclado en mi cerebro y a veces tengo dudas de si lo he vivido o sólo lo he soñado... Qué cosas!

SisterBoy dijo...

A lo mejor estas soñando ahora.

El Impenitente dijo...

Sé que me repito, pero si te gustó "El túnel" no sé a qué esperas para leerte "Sobre héroes y tumbas". Sábato es tu escritor.

Y ahora que estoy peleándome con Borges y sus "Ficciones" creo yo que te inspiraría buenas entradas.

Anónimo dijo...

Kafka escribía una carta a Felice Bauer el 17 de noviembre de 1912 con estas palabras:

"La otra noche te soñé, es la segunda vez. Un cartero me traía dos certificadas tuyas y me entregaba una en cada mano con un movimiento magníficamente preciso de los brazos que saltaban como émbolos de una máquina a vapor. Eran cartas mágicas. Podía extraer cuantas hojas quisiera sin que los sobres jamás se vaciaran. Me encontraba a mitad de una escalera y estaba obligado, no te ofendas, a tirar sobre los escalones las hojas ya leídas si quería extraer más de los sobres. Toda la escalera de arriba a abajo estaba cubierta de manojos de hojas y el papel elástico, ligeramente sobrepuesto, enviaba un fuerte murmullo".

Enrique Vila-Matas publicaba en un artículo:

"(...) un día, teniendo ya 40 años, me invitaron a Nueva York y viajé por fin a esa ciudad. Llegué muy tarde en la noche, un taxi me dejó en el hotel y, ya en la habitación, miré por la ventana y vi que estaba rodeado de rascacielos. Hablé por teléfono con los que me habían invitado a la ciudad y quedé con ellos para el día siguiente. Estoy en el centro mismo de mi sueño, pensé. Pero vi que todo seguía igual, no ocurría nada especial. Miraba los rascacielos y nada se movía, la felicidad ni se acercaba ni alejaba. Me encontraba dentro de mi sueño y al mismo tiempo el sueño era real. Pero eso era todo. Estuve largo rato mirando a los rascacielos y al final, al ver que no ocurría nada, me acosté y acabé durmiéndome. Soñé entonces que era un niño de Barcelona que jugaba al fútbol en un patio de Nueva York. Ha sido el mejor sueño que he tenido en mi vida, de una plenitud absoluta. Descubrí que el duende del sueño no era aquella ciudad, sino que el duende había sido siempre el niño que jugaba, y yo había tenido que ir a Nueva York para enterarme por fin de esto".


• Pi(3,14…) las tortugas pueden volar cogidas por las garras de las águilas. Lo comprobó Esquilo. A veces, los que nos hacen pensar sobre nuestros miedos son como las aves, ayudan a elevarnos. Tal vez te encuentres niña en la esquina de un viaje vertical, en el epicentro de una ciudad reconocida. Disfrútalo aunque escueza. De sal o de azúcar.

Saludos

3'14 dijo...

Mons, también me gusta soñar con cosas pasadas, pues aunque la nostalgia me embarga por que esos días ya no volverán, sonrío al recordar y saber que esos recuerdos son míos y bien míos (y cuantos de esos comparto contigo)

Sisterboy, a veces tengo esta fantasía: Toda mi vida es producto de mi imaginación, la vivo en mi mente (como Matrix, sólo que esto ya lo había llegado a pensar antes de la película), y en realidad donde estoy es encerrada en un psiquiátrico.(Coño! Cómo le pasa a Hurley en Lost cuando está en el acantilado frente a Libby!!! Acabo de caer en el paralelismo) Luego me digo a mí misma que ni de coña! Puestos a imaginar, podría pensar en algo mucho mejor (sin menospreciar las grandes cosas que hay en mi vida, pero vamos, una vida más acomodada no estaría mal, puestos a soñar...

Impenitente, precisamente ayer, mientras buscaba una información por la red encontré un fragmento de la novela de Sábato que citas. La leeré, no se cuando, pero lo haré.

Marina Khalo, tu comentario es enriquecedor, muchas gracias. También dicen que, quien ya tiene todos sus sueños alcanzados no le queda nada más por vivir. Es por eso que siempre es mejor guardarse alguno y pasarse la vida persiguiéndolo.
Ya te aseguro yo que quien me hace pensar es toda una águila real :))

Canichu, el espía del bar dijo...

tal vez la vida sea como "atrapado en el tiempo" y los sueños y los momentos estos donde uno cree haber vivido lo que está viviendo, sean un síntoma, asíque ya sabes qeu en esa película todos los días se repetía el mismo hasta que al final el protagonista era feliz a base de aprender lo vivido... bueno, esto es una tontería, pero el escapismo muchas veces no es ninguna tontería y ayuda, aunque creamos que no. todo en su justa medida.

SisterBoy dijo...

Recomiendo encarecidamente la visíon de la pelicula Waking Life.

3'14 dijo...

Canichu, pues sí, de vez en cuando es necesario evadirse de la realidad que nos abruma para, paradójicamente, poder seguir soportándola.

Sisterboy, ya está encargada! Gracias :)

Pilar M Clares dijo...

Pues en los sueños -aunque sueño queramos que sean-sigue el cerebrito ahí chuchuchú chucuchí sin parar, para que luego te pienses que son solo sueños. Yo casi siempre los recuerdo, y me gusta mucho, no porque me aclaren más que la vigía, sino porque son parte de mi pensmiento, que no digo yo que sea más claro despierta que sin conocimiento. Míos, para mí.

Muy bonito el texto.
Un abrazote gordo, guapa

Cruella dijo...

Siempre he pensado que hay retazos de mi vida que son sueños, que realmente no los he vivido porque no hay nada que me lo confirme, no soy la que era en ese instante, y no me he traído nada para el recuerdo que me indique que fueron reales.

Beso.