
Semanas atrás, leyendo una entrevista en
El País conocí a
Miquel Fuster. Un dibujante de cómics. Su historia me resultó muy interesante, probablemente por la dureza de su experiencia, pero sobretodo por su manera de expresarse y transmitir su mensaje. Miquel no vende su drama, al menos esa es la sensación que me da, expone su vivencia personal, como la de tantos otros en su situación durante los quince años que vivió en las calles, alcoholizado y sin ningún tipo de esperanza de futuro. Su suerte es haber tenido el talento y el gusto por la pintura, creo que eso le ha salvado de quedarse, como la inmensa mayoría en nada. Lo que me gusta de Miquel es que no culpa a nadie de su anterior situación, no vende pena, sólo expone su propia miseria. Alcoholizado, consiguió desintoxicarse gracias al apoyo de unos pocos que creyeron en él y ante todo por su fuerza de voluntad, pues por más que haya quien esté dispuesto a echar una mano, sin la convicción de uno mismo no hay resultado alguno positivo.
6 comentarios:
Ojalá que los amigos de Miguel, los que llenaron su vida en otro tiempo pasado, puedan leerlo también. En todo caso, todos pasamos etapas en nuestras vida que según desde ´qué punto de vista se analicen, pueden resultar abominables o simplemente lo que son, fragmentos de vida que también engordan.
Siempre que voy a ferias del libro usado busco algunos cómics para mí memorables, como los Víbora. Moebius o Crepax, Cesepe...
NO me agrada demasiado la línea Manga, a la que le reconozco y agradezco el movimeinto en el trazo.
Gustavo Bueno: "la manifestación de determinadas intimidades puede tener el sentido de una confesión catártica, y no el de una obscenidad".
Si además lo haces con talento pues doblemente elogiable...
Yo leí muchos comics en mi infancia y adolescencia (incluyendo los de Esther y su mundo :)), luego deje de hacerlo en la creencia erronea que aquello no era ya cosa de adultos.Pero resulta que sí lo era, y no me estoy refiriendo a freaks sino a gente que de verdad gustaba de comics con temática adulta o como se dijo más tarde de: novelas gráficas.
Buscaré el cómic del señor homeless.
Pilar, bueno, algo que se le ha recriminado al libro es precisamente el precio... Sin embargo, bien a de comer de algo el hombre... Yo prefiero gastarme el dinero en esto que en financiar (a colación del post anterior) determinadas expresiones "artísticas"...
Culet, culet, lo de tu trasero sí que es una catártica obscenidad ;)
Sisterboy, y dime, tengo curiosidad, ¿Cómo llegaron a tus manos las publicaciones de Esther?
Y mientras buscas el cómic, puedes ir haciendo un aperitivo en su blog (lo he enlazado en el post)
Pues a traves de mi hermana, ¡qué útiles son las hermanas y pobre de los hombres que no las hayan tenido en su infancia!.
Me gustaban sobre todo Las maravillosas historias del tío Arthur y detestaba a Cathy la chica gato
Suscribo lo de las hermanas.
Y lo de "Esther" no se cura con la edad. No hace mucho Ana se compró unas cuantas historietas. -Tú no me entiendes- decía. Sí que la entiendo. Me encantaría poder volver a reencontrarme con "El Jabato".
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