sábado, 12 de enero de 2008

5 Años

Hay noches que son muy largas. Hoy rememoro una de las que he vivido. Hace exactamente cinco años. Once interminables horas para ser precisos. Lo hago al son de las canciones de Amy Winehouse. Coincide que dan un concierto por TV. Mientras, en mi cabeza, después de conocer la noticia del día, todavía retumba la sosaina, insípida, edulcorada y prescindible letra que proponen para incorporar al himno nacional. Todo junto me hace pensar si no es una llamada más a sumergirme en la bebida.
Los gritos armónicos y afinados de la actual voz negra que injustamente la naturaleza ha dotado a esta mujer blanca, andan lejos de los desgarradores alaridos con los que me desahogaba para arrancar fuerzas y empujar. Tampoco los motivos por mi desvelo nada tienen que ver con los de aquella noche. La obligación por mantener mis ojos abiertos impera entre las múltiples normas de mi trabajo. La lluvia incesante a ratos inquieta y a ratos se torna canción de cuna. El replicar constante y monótono me transporta a un estado somnoliento difícil de combatir. Como un soldado en una de sus imaginarias, deambulo arriba y abajo sin más compañía que mis propios pensamientos.

Y mientras, antaño me concentraba en visualizar una gigantesca mariposa naranja que batía sus alas, lenta, muy lentamente entre los altos y delgados árboles de un bosque de paisaje otoñal. Con toda la gama de sus marrones, ocres, amarillos y anaranjados colores. Un, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve y diez contaba rápidamente sin apartar la vista del insecto y vuelta a empezar. Técnica improvisada para paliar mis dolores; en esas mismas horas, hoy mato las horas terminando los últimos preparativos y el correspondiente repaso mental a la lista de cuanto necesito, no fuera que faltase algo, para que resulte una fiesta perfecta.

Un lustro se sucede fulminantemente ante mis ojos, rescatando algunos recuerdos al azar de mi memoria. En los últimos días me asalta la idea de que pasen otros cinco a igual velocidad aterrándome de que sin darme cuenta serán diez. Una década. Y otros no dejan de hablar del tiempo, del imparable paso del tiempo, de la fugacidad de la vida.

Entonces yo ya apuntaba maneras. Me había levantado un sábado por la mañana y a la 1 de la madrugada mi hijo me avisaba que era hora de salir, aunque la acomodada criatura no lo hiciera hasta las doce del mediodía. La habitación se llenó de visitas a lo largo de la jornada. Y de nuevo, la noche. Otra larga noche en la que la atmósfera nocturna me invitaba a la reflexión ¿Cómo iba a ser esto de pasar las noches en vela para calmar el llanto de este ser al que, por extraño que parezca, tenía que familiarizarme? No fue hasta la tarde del lunes, eran las tres, cuando por fin me quedé a solas con mi hijo y lloré. Lloré a consecuencia del miedo. Así como lo que suele pasar es que el terror te paraliza y al emocionarte lloras, a mí se me alteró la manifestación causa-efecto. La emoción al verle la primera vez me paralizó. Y una vez a solas con él lloré. Tanto lloré que por fin pude dormir unas horas junto a él.

16 comentarios:

Anónimo dijo...

SEGURO QUE ESTÁ ORGULLOSO DE TENER UNA MADRE COMO TÚ.

UNA FORTA ABRAÇADA!

Anónimo dijo...

“Por culpa del azar o de un desliz, cualquier mujer puede convertirse en madre.

Dios la ha dotado a mansalva del “instinto maternal” con la finalidad de preservar la especie.
Si no fuera por eso, lo que ella haría al ver a esa criatura minúscula, arrugada y chillona, sería arrojarla a la basura.

Pero gracias al “instinto maternal” la mira embobada, la encuentra preciosa y se dispone a cuidarla gratis hasta que cumpla por lo menos 21 años.

Ser madre es considerar que es mucho más noble sonar narices y lavar pañales,que terminar los estudios, triunfar en una carrera o mantenerse delgada.

Es ejercer la vocación sin descanso, siempre con la cantaleta de que se laven los dientes, se acuesten temprano, saquen buenas notas, no fumen, tomen leche…

Es preocuparse de las vacunas, la limpieza de las orejas, los estudios, las palabrotas, los novios y las novias; sin ofenderse cuando la mandan a callar o le tiran la puerta en las narices, porque no están en nada..

Es quedarse desvelada esperando que vuelva la hija de la fiesta y, cuando llega hacerse la dormida para no fastidiar.

Es temblar cuando el hijo aprende a manejar, anda en moto, se afeita, se enamora, presenta exámenes o le sacan las amígdalas.

Es llorar cuando ve a los niños contentos y apretar los dientes y sonreír cuando los ve sufriendo.

Es servir de niñera, maestra, chofer, cocinera, lavandera, médico, policía, confesor y mecánico, sin cobrar sueldo alguno.

Es entregar su amor y su tiempo sin esperar que se lo agradezcan. Es decir que “son cosas de la edad” cuando la mandan al carrizo.

Madre es alguien que nos quiere y nos cuida todos los días de su vida y que llora de emoción porque uno se acuerda de ella una vez al año : el Día de la Madre.

El peor defecto que tienen las madres es que se mueren antes de que uno alcance a retribuirles parte de lo que han hecho.

Lo dejan a uno desvalido, culpable e irremisiblemente huérfano.

Por suerte hay una sola. Porque nadie aguantaría el dolor de perderla dos veces.”

Isabel Allende

Anónimo dijo...

CARTA DE 3'15 A 3'14


Querida Mama:

No me dés todo lo que te pida. A veces sólo pido para ver hasta cuánto puedo tomar.

No me grites. Te respeto menos cuando lo haces, y me enseñas a gritar a mí también, y yo no quiero hacerlo.

No des siempre órdenes. Si en vez de órdenes, a veces me pidieras las cosas, yo lo haría más rápido y con más gusto.

Cumple las promesas, buenas o malas. Si me prometes un premio dámelo; pero también si es castigo.

No me compares con nadie, especialmente con mi hermano o hermana. Si tú me haces lucir mejor que los demás, alguien va a sufrir; y sí me haces lucir peor que los demás, seré yo quien sufra.

No cambies de opinión tan a menudo sobre lo que debo hacer; decídete y mantén esa decisión.

Déjame valerme por mí mismo. Si tu haces todo por mí, yo nunca podré aprender.

No digas mentiras delante de mí ni me pidas que las diga por ti, aunque sea para sacarte de un apuro. Me haces sentir mal y perder la fe en lo que me dices.

Cuando yo hago algo malo no me exijas que te diga por qué lo hice. A veces ni yo mismo lo sé.

Cuando estés equivocada en algo admítelo y crecerá la opinión que yo tengo de ti. Y me enseñarás a admitir mis equivocaciones también.

Trátame con la misma amabilidad y cordialidad con que tratas a tus amigos; ya que porque seamos familia eso no quiere decir que no podamos ser amigos también.

No me digas que haga una cosa y tú no la haces. Yo aprenderé y haré siempre lo que tú hagas, aunque no lo digas; pero nunca haré lo que tú digas y no hagas.

Cuando te cuente un problema mío no me digas "No tengo tiempo para tonterías" o "eso no tiene importancia".

Trata de comprenderme y ayudarme.

Y quiéreme y dímelo. A mí me gusta oírtelo decir, aunque tú no lo creas necesario decírmelo.

Abrázame, necesito sentirte mi amiga, mi compañera a toda hora.

JRB dijo...

Bueno, estoy seguro que no cambiarías estos 5 años por nada del mundo.
Toda la presión por la responsabilidad que ibas a tener a partir de ese momento y la incertidumbre por saber cómo el tener un hijo cambiaría tu vida, supongo que a los que no tenemos hijos nos resulta dificil imaginarlo, pero te entiendo y estoy convencido de que has sido una madre estupenda durante estos años.

Y quien sabe, el tiempo pasa deprisa y lo mismo de aquí a veinte o treinta años 3'15 es conocido como "el sabio hombre que volvió a quitar la letra al himno de España". Quien sabe.

38 grados dijo...

Pues felicidades a 3'15 y a 3,14 por parirlo, y a 3'13 por lo mismo, y así sucesivamente....pues esa es la maravilla de la vida.

Zar Polosco dijo...

Supongo que el himno de España seguirá sin letra.

Y tuve que hacer unas cuantas imaginarias como soldado.

Y los próximos cinco años pasarán más deprisa.

Y el disco de Amy Winehouse es fabuloso. No había oído hablar de ella y fue Ana quien la descubrió u quien se compró el disco. Ahora no puedo parar de escucharlo.

Y muchas felicidades para 3`15. Por su cumpleaños y por su madre.

Y un besazo enorme para su madre.

SisterBoy dijo...

Que siempre le des buenos consejos cinematográficos. De la letra podremos hablar mañana en mi casa

elbé dijo...

Vaya un fin de semana de cumpleaños. Felicidades a los dos. Y besos también.

Unknown dijo...

La vida te enseña lecciones raras (a mi, al menos) como eso de que a veces, el dolor, el llanto, la enfermedad o la ruptura son buenos.
Claro que lo comprendes cuando lo vives, cuando lo sientes; y eso es lo más importante.
El miedo también es bueno: si temes que pase la vida demasiado rápido es porque merece la pena.
Felices 5 años!

Anónimo dijo...

"ya nadie llama a los tranvias deseo"

besitos

Fernando J. López dijo...

No tengo ni un ápice de sentimiento paternal y, sin embargo, tu relato me ha emocionado sinceramente. Gracias por compartirlo. Es hermoso que los sentimientos ajenos nos arañen, con ternura y cotidianidad, en los propios.
Un beso enorme

Arual dijo...

Felicita con cierto retraso al pequeño 3,15 de quien aún conservo su dibujo y su nombre en la nevera de mi casa. Sé que estos 5 años han sido moviditos para ti pero sin duda tenerle a él contigo ha sido lo mejor, ¿a qué sí? Sois geniales los dos y os aprecio muchísimo. Y bueno qué decir más, en mi estado has logrado que una lagrimita saltara traviesa del ojo, en poco tiempo yo estaré con esos desgarradores dolores, gritando como una condenada, seguramente me paralizaré de miedo, y sólo espero que ver sus ojos me calme la ansiedad y el terror del momento, no sé, ya te contaré...

3'14 dijo...

Gracias a todos por las felicitaciones. La fiesta fue un éxito. Se lo pasaron genial (mamá incluida)

Lena dijo...

Enternecedora manera de transmitir tantas cosas que no se pueden vivir sin vivirlas. Felicidades!

Pilar M Clares dijo...

Es emocionante recordar esos momentos,sí. Recuerdo comerme unos dulces que alguien me había traído mientras miraba con admiración los muslos de mi hija. Qué muslamen, qué cuatro kilos recién sacados -alucinante eso- del horno. Hace unos minutos, unas horas, unos días, pensaba, estaba aquí. Ahora hace años, y me sigue pareciendo milagroso esto de ser mamífera. ¿yoooo? ¡amos!

Feliciades con retraso. Y muchos besos.

g. dijo...

Leo este post con bastante atraso, recién hoy: domingo 20 a la mañana. Alguien me dijo hace poco, ante una situación en extremo delicada que los hijos eligen a sus padres. Los mejores padres posibles para sí mismos. Y lo creo, o mejor dicho lo siento, como madre y como hija.

Bsos.