sábado, 19 de enero de 2008

Quizás

Estaba pensando en esas personas que en un pasado se fracturaron alguna parte de su cuerpo y en los cambios de tiempo, habitualmente lo que llamamos mal tiempo, son capaces de predecirlos porque se resienten en sus heridas. Carezco de cualquier indicador de este tipo que me advierta de los giros climáticos. Sin embargo, suelo padecer una angustia inexplicable cuando se avecinan problemas. No me guío por los ciclos lunares y como afectan estos a las mareas, ni tengo en cuenta los astros y sus conjunciones, pero me echo las manos a la cabeza cuando ese nudo oprime mi estómago.
Días atrás pensaba en las cartas al director de los periódicos, lo que ahora clasifican como el apartado de opinión de los lectores. Lo leemos, sí. Así como las columnas diarias o semanales que tienen adjudicados algunos periodistas o escritores, también los artículos de opinión. Y me cuestionaba sobre su utilidad. Puede que con su lectura remuevan conciencias, también puede ser un desahogo del autor, motivado más por la frustración que por una inquietud constructiva, pero llegaría a afirmar básicamente que no sirven para nada. Al igual que esta entrada y tantas otras de este blog u otras bitácoras. Pero poco importa. Todo seguirá igual con o sin estas aportaciones. O quien sabe. Nunca se puede saber quien está detrás leyendo y el modo en el que quizás le afecta a su vida y las consecuencias que derivan.
Tal vez sea todo cuanto hacemos una pérdida de tiempo, aunque los más optimistas dirán que es aprovecharlo. Quizás. De todas formas, acabamos en el mismo sitio.

Sabemos que es imposible poder llegar a lamernos nuestra propia nuca, entonces, ¿Porqué hay quien después de decirle que tampoco somos capaces de alcanzarnos el codo con la lengua todavía lo intenta?
Algunas imposibilidades no resultan tan obvias, con lo que estamos condenados a quedar en ridículo, pareciendo en sí lo que somos: Gilipollas.






13 comentarios:

g. dijo...

Aunque porqué no..? meternos en la boca un dedo de la mano derecha (segundos apenas...) y llevarlo a la nuca y deslizarlo suevamente...más que la nuca nuestro costado derecho, allí donde late el pulso, unos diez centímetros más abajo del lóbulo de la oreja.

EL CHICO GRIS dijo...

Pero no unos gilipollas cualquiera, sino unos grandes gilipollas.

PD: Yo me disloqué un dedo del piehace unos años y desde entonces... no predigo los cambios de tiempo, pero con el frío duele horrores.

Anónimo dijo...

A una,también...LE DUELEN LAS HERIDAS.CUANDO CAMBIA EL TIEMPO...

Y encontre en tus inmundicias y desvarios,en tu amistad...uno de los mejores bálsamos,que tal vez me ayuden a curarlas algún día.

GRACIAS POR ESCRIBIR,POR ESTAR AHÍ...los del otro lado,TE QUEREMOS un montón,por se precisamente como eres.

UNA FORTA ABRAÇADA!

SisterBoy dijo...

Mi lengua está a disposición de cualquier nuca que lo necesite

Unknown dijo...

Perdona, pero no estoy para nada de acuerdo contigo. Si en los diarios se eliminaran las noticias y sólo hubiera opiniones de los lectores, mejorarían sustancialmente. Primero, tendríamos acceso a opiniones con menos interés que el de los "profesionales" periodistos. Segundo, la gente se acostumbraría a pensar y escribir y no solo a leer a "creadores de opinión".
Es lo bueno de los foros de opinión.

Segundo: es una realidad que ahora no estamos igual que en el pasado, así que no puedes decir que las cosas seguirán igual por mucho que algunos expresemos nuestra opinión y actuemos. Tú eres mujer: ¿qué derechos tendrías hace 40 años? hace cinco siglos? de verdad crees que en la edad media estabamos igual los que no teniamos sangre azul o hábitos?
No perdamos el norte, ni el contacto con la realidad; otra cosa es que quede muuuuuuucho por hacer; bien, en eso estamos.

Pero hazle caso a uno de los mayores poetas (que acaba de morir) y no a mi: "sin esperanza, con convencimiento". Aunque el esfuerzo no sirviera para nada, hay que hacerlo, si se está convencido.
No hablamos de tocar con la lengua cualquier parte de nuestra anatomía. Quizás de la ajena, jeje.
Salud!

Anónimo dijo...

(Imponente la versión del 'Quizás' de Lila Downs)

Anónimo dijo...

puede que sea así, pero en todo caso, creo que vomitar palabras y conciencias ha sido y es necesario

besitos

Canichu, el espía del bar dijo...

hay dos clases de opiniones de los lectores en los periódicos, los que ponen sms, que suelen decir gilipolleces en general, aunque hay excepciones, y cartas propiamente dichas, las cuales algunas aportan datos impresionantes. En todo caso, el ansia por comunicarnos es tan grande que en los grandes temas no nos comunicamos en la calle, por lo que hay quien recurre a esas secciones... somos gilipollas, en general, por el miedo a la comunicación, tanto del que quiere hacerla, como de quien haciéndose el innombrable intenta decirte que lo que cuentas es avurrido, cuando en realidad ni esa persona tiene ni puta idea de lo que quiere.

Canichu, el espía del bar dijo...

aburrido quería escribir... ups, lo siento, es la rapidez del tecleo...

Zar Polosco dijo...

A mí me gusta más la de Nat King Cole. Cuestión de gustos, aunque en una de los estrofas pretende alguno hacer un alarde rítmico que nunca terminé de comprenderlo. Ese es uno de los motivos por los que me apetece que haya otra vida, por buscar a Nat King Cole y preguntarle ¿qué cojones pretendíais en aquella estrofa del Quizásx3?

Y sí que somos gilipollas. Pero mucho.

Y ahora podría decir aquello de que la naturaleza es sabia, no tanto porque no podemos lamernos ni la nuca ni los codos, sino porque no llegamos a chuparnos otra parte del cuerpo y no sigo porque no.

JRB dijo...

Quizá no sirvan de nada las cartas al director ni las opiniones de nuestros blogs.
No obstante, si con mi blog consigo algún día que la Coixet se jubile y dedique el resto de sus días a hacer ganchillo, daré mi tiempo por bien empleado.

No he visto "Yo", pero me pica la curiosidad y también me gusta Alex Brendemuhl y su tendencia a hacer papeles de rarito.

Arual dijo...

Pues yo pienso que sí que sirve de algo, táchame de optimista...

Anónimo dijo...

Se escribe simplemente por el placer de hacerlo, independientemente de su utilidad y de su causa.

Un saludo